El liderazgo o es motivacional o estará destinado a perderse en la oscuridad. Sin embargo, su motivación es algo que debería definir su desempeño laboral y su carrera.

Después de todo, si usted no está motivado, usted no debería ser un líder.

La cuestión sería, ¿es usted capaz de transferir su motivación a su gente de tal manera que ellos estén tan motivados cómo se siente usted?

Existen tren mecanismos de transmisión de la transferencia motivacional:

• Suministrar información.

• Dar sentido a las cosas.

• Compartir su experiencia.

Las dos primeras formas son evidentes.

De hecho, muchas personas dejan de fumar cuando se enteran de la información acerca de los daños que causa de este hábito en su salud y el encuentran sentido.

Sin embargo, la forma más efectiva de lograr una transferencia motivacional es la tercera forma.

El compartir su experiencia involucre un vínculo humano poderoso que le suministra ilimitados recursos para realizar la transferencia motivacional.

El poder de dichas relaciones ha sido demostrado desde el comienzo de la historia.

En todas las culturas, siempre que la gente necesitaba lograr grandes cosas, algo sucedía: un líder reunía a la gente y les hablaba desde el fondo de su corazón.

En otras palabras, las relaciones humanas emocionales y profundas siempre constituían parte de las cosas que se lograban.

La diferencia entre los líderes exitosos y quienes no lo son radical de aquellos que son exitosos son capaces de comprometerse de una manera profunda, emocional y humana aquellos que ellos lideran, algo de lo que no son capaces los líderes que no son exitosos.

Sin embargo, muy pocos de los líderes que conozco saben cuál es la manera de compartir su experiencia de una forma consistente y efectiva.

Una técnica poderosa de manifestar el tercer método es la técnica de “definir el momento”.

Esta consiste en lograr que la experiencia del líder se convierta en experiencia de la gente.

Cuando esto sucede, se comparten profundamente emociones e ideas y sucede una especie de comunión.

Generalmente, la gente aprende de dos maneras – a través del intelecto o a través de la experiencia.

En nuestro sistema educativo, predomina la primera manera pero la última es mucho más poderosa en términos de compartir ideas y emociones profundas, debido a nuestras experiencias, que puede ser aprendizajes de la vida y que nos llevan a una conciencia profunda y actuar con un propósito.

Recuerde sus años escolares.

• ¿Qué es lo que usted más recuerda?

• ¿Sus libros de clase, o sus experiencias y sus interacciones con los profesores y estudiantes?

En la mayoría de los casos, la gente afirma que sus experiencias le imprimen las impresiones más fuertes en ellos; las recuerdan mucho tiempo después que las clases de los libros se han desvanecido de su memoria.

Aquí es donde llega el momento definitivo.

Su función es simple: Facilitar una experiencia de comunión entre la gente que lidera y usted, de tal forma que ellos se motiven tanto como usted para hacerle frente a los retos que usted enfrenta.

El proceso para desarrollar un momento definitivo es sencillo: recuerde una experiencia que usted haya vivido, un momento decisivo, que haya marcado la diferencia y luego transmita esa experiencia enfocada a los corazones de la audiencia de tal manera que ellos sientan experiencia como suya.

Aparte compartir ese sentimiento ellos pueden sentirse fervientemente motivados a actuar y a lograr resultados.

Es fácil y lo cambia todo.

Sin embargo, si usted no hace esto correctamente, podría actuar en contra suya. De hecho, usted podría motivar a la gente a actuar en contra suya.

Por eso siga cuidadosamente los pasos que explicado para desarrollar y transmitir los momentos definitivos.

Tome el primer paso para aprender a desarrollar un momento definitivo. Revise las experiencias de su pasado.

No trate de pensar en este momento como emplearlas o como se relacionan en el desarrollo para comunicar un momento definitivo.


No se necesita que sean experiencias extraordinarias, las experiencias del día a día lo harán muy bien.

No es necesario que hayan ocurrido recientemente, usted puede incluso remontarse a experiencias de su niñez.

Finalmente, no es necesario que hayan tenido lugar en el contexto organizacional.

Observe cada aspecto de su vida.

Cualquiera de sus experiencias, en cualquier momento, en cualquier lugar, puede convertirse en un buen momento definitivo.

Asegúrese, de que sea su experiencia existe una diferencia entre las experiencias personales y las privadas.

Las experiencias personales son aquellas que compartimos con las otras personas y las experiencias privadas son aquellas que nos guardamos para nosotros mismos.

La línea divisoria entre las personales y las privadas es el ridículo.

Si usted no quiere quedar en ridículo al contar una experiencia a otras personas – no la utilice.

La motivación es un elemento esencial del liderazgo. Pero no debe ver la motivación únicamente común algo que usted va a adoptar.

Observe la motivación como algo que usted transferirá a la gente a la que usted lidera para aquellos a su vez tomen la decisión de adoptarla como usted fervientemente lo ha hecho.

Cuando compartimos experiencias a través de momentos definitivos esa transferencia en la mejor elección que se puede hacer.


Artículo traducido y publicado con autorización expresa del autor
Artículo traducido en español exclusivamente para EmpresarioVirtual.com por Monica Yaneth Loeb Willes
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